Las primeras interacciones del niño con su entorno, son intercambios emocionales que surgen mediante la relación con sus pares y la experiencia que eso les provoque, desarrollando así, su inteligencia emocional.
El primer año de vida es fundamental para el cerebro cuyo desarrollo necesita una interacción sensorial adecuada con su entorno y sus progenitores. Por ello, es de vital importancia generar instancias de acercamiento y vinculación afectiva y de calidad a través de simples gestos tales como: hablar con voz suave, hacer caricias o cosquillas, cantar, jugar, atender sus necesidades, entre otras.
A medida que los niños y niñas van creciendo, es importante fortalecer el apego y vínculo afectivo ellos, a través de simples, pero constantes acciones tales como:
Solo son algunas ideas que al ser parte de la rutina familiar ayudará a reforzar la confianza entre todos los miembros de la familia, dando espacio para indagar sobre posibles afectaciones emocionales u situaciones de inquietud propias de la edad.
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Material elaborado por la Psicóloga Nataly Rojas Faúndez con formación en el área clínica y educacional, de infanto – juvenil. Enfocada en la Psicoterapia Sistémica, Terapia Centrada en Soluciones.
Referencia: Registro Super Intendencia de salud Nº657362